lunes, 29 de octubre de 2018

¿La copia de archivos es muy lenta en Windows 10?


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¿La copia de archivos es muy lenta en Windows 10?
copiar archivos

No podemos negar que por regla general movemos una gran cantidad de ficheros y carpetas en nuestro PC, muchos de estos hacia dispositivos externos USB, por ejemplo, por lo que a veces vemos que la velocidad de copia es demasiado lenta y no entendemos la razón.
Decir que este es un problema común y que existen algunas soluciones disponibles para todo ello, algunas de las cuales vamos a repasar en estas líneas. Así, lo que vamos a intentar es aumentar la velocidad de copia de información en Windows 10.
En primer lugar podemos intentar cambiar el puerto USB donde hemos conectado el dispositivo externo. Al mismo tiempo, si la unidad USB es compatible con USB 3.0 / 3.1, deberíamos, asegurarnos de conectarla en un puerto USB 3.0 / 3.1 si es que el equipo dispone de alguno; suele diferenciarse porque es de color azul.
Llegado el caso, otra posible solución es actualizar los controladores USB, ya que las velocidades de copia lentas también pueden ser un efecto secundario de unos controladores defectuosos, algo que podemos lograr visitando el sitio web oficial del fabricante del PC. Además hay que tener en cuenta que con esta misma tarea, resolvemos otros problemas menores relacionados con estas unidades de almacenamiento.
Compartir USB

Otros métodos para acelerar la copia de ficheros en Windows 10

En el caso de que veamos que una unidad externa funciona demasiado lenta, antes de copiar los datos a esta, podemos volver a formatearla en formato NTFS en lugar de FAT32 si es que la tenemos en ese modo. Esto lo hacemos haciendo clic con el botón derecho del ratón en la opción “Formatear” del menú, donde seleccionamos NTFS como formato de archivo, a continuación desactivamos “Formato rápido” para asegurarnos de que la unidad esté totalmente limpia y libre de errores.
Por otro lado, otro método para acelerar la copia de ficheros, podría pasar por cambiar la política de extracción de los dispositivos USB. Para ello conectamos el disco duro externo al ordenador y hacemos clic con el botón derecho del ratón en el mismo, donde seleccionamos “Propiedades / Hardware”, e indicamos que se habilite el almacenamiento en caché de escritura en Windows.

Cómo usar Google Maps sin conexión a Internet desde el móvil






Escrito por Roberto Adeva el 23 octubre, 2018 

Cómo usar Google Maps sin conexión a Internet desde el móvil
Google Maps es una de las aplicaciones de Google más utilizadas por lo usuarios cuando necesitan ir a un sitio en coche, andando o transporte público que no saben exactamente donde está o prefieren que les vaya guiando para no perderse. Sin embargo, el uso de Google Maps desde el móvil lleva asociado un consumo de datos, por lo tanto, si cuentas con una tarifa de datos que no sea muy grande, vas a algún sitio donde la cobertura es pobre o nula o estas en el extranjero, quizás te interesa saber cómo usar Google Maps sin conexión a Internet.
Antes de nada, es importante saber que Google Maps ofrece la posibilidad de poder descargar mapas en nuestro dispositivo o en la tarjeta de memoria para poder utilizarlos posteriormente sin necesidad de conexión a Internet. De esta manera, si en algún momento vamos a un lugar donde la conexión a Internet es muy lenta, no hay cobertura de datos o los datos son muy caros, puedes descargar la zona del mapa que te interese en tu teléfono y usar Google Maps sin conexión.
Eso sí, tenemos que ser precavidos y descargar estos mapas antes de llegar o estar en estas situaciones, ya que si no tenemos datos, son caros o la conexión es lenta, podremos tener problemas para descargarlos o nos puede salir muy caro.
Por lo tanto, si sabemos que podemos encontrarnos con alguno de estos problemas, lo mejor será descargar los mapas que vayamos a necesitar previamente mientras tengamos datos o cuando estemos conectados a una red WiFi. De esta manera, ya tendremos descargados los mapas en nuestro móvil y podremos usar Google Maps sin conexión para navegar por ellos cuando queramos.
Cómo descargar mapas en Google Maps

Para descargar un mapa o zona de un mapa en Google Maps, lo primero que tenemos que hacer es abrir la app de Google en el móvil o tablet y buscar el sitio en cuestión.  A continuación, tocamos sobre el nombre o dirección del sitio en la parte inferior de la pantalla y en la siguiente pantalla que se muestra, encontraremos la opción Descargar junto a otras opciones como Compartir sitio, Guardar o Cómo llegar.
Nada más tocar sobre la opción descargar, se nos mostrará un marco que podemos mover sobre el mapa para indicar la zona que queremos tener guardada en nuestro móvil. Una vez seleccionada ya podemos pulsar sobre el botón Descargar. Un mensaje nos indicará la cantidad de MB que nos ocupará el mapa que vamos a descargar en la memoria interna del teléfono.
Por defecto, cuando descargamos un mapa para poder usarlo posteriormente en Google Maps sin conexión, la aplicación lo descarga en la memoria interna de nuestro dispositivo. No obstante, también podemos guardar mapas en una tarjeta SD, eso sí, si contamos con un móvil que tenga Android, debemos tener una versión del sistema operativo de Google igual o superior a la 6.0.
Para guardar un mapa en una tarjeta SD para usarlo posteriormente en Google Maps sin conexión, lo primero que tenemos que hacer es meter la tarjeta en nuestro teléfono o tablet antes de nada. A continuación, abrimos la app de Google, tocamos sobre el botón de menú y navegamos hasta la opción Mapas sin conexión > icono del engranaje> Preferencias de almacenamiento > Dispositivo > Tarjeta SD.

De manera opcional, aunque usemos Google Maps sin conexión, la propia aplicación nos permite seguir utilizando otras aplicaciones haciendo uso de nuestra tarifa de datos. Abre Google Maps, toca sobre el menú y activa la opción Solo WiFi.


Cómo usar Google Maps sin conexión

Después de haber descargado un mapa o zona de un mapa siguiendo los pasos indicados anterioremente, podemos usar Google Maps sin conexión como lo haríamos normalmente. Eso sí, en este modo de Google Maps sin conexión tenemos algunas restricciones, ya que  vamos a poder navegar por el mapa descargado, recibir indicaciones si viajamos en coche, pero no se recibiran indicaciones para ir en transporte público, en bici o a pie. Tampoco se mostrará información sobre el tráfico o rutas alternativas ni se podrá cambiar las rutas para evitar peajes, por ejemplo.
Para ver una lista de todos nuestros mapas descargados para usar sin conexión, desde la app de Google Maps tocamos sobre el botón de menú y a continuación seleccionamos la opción Mapas sin conexión. Esto nos llevará a una pantalla en la que podemos seleccionar y descargar otro mapa o bien ver los mapas que ya tenemos descargados para usar con Google Maps sin conexión.
 
Desde ahí mismo, también podremos borrar aquellos mapas descargados que ya no vayamos a necesitar más. Tan solo tenemos que tocar sobre el mapa en cuestión y elegir la opción de Eliminar.
Para tenerlos más organizados y que los podamos distinguir fácilmente, es posible cambiar el nombre de los mapas descargados que queremos utilizar en Google Maps sin conexión. Para ello, tocamos sobre la opción de menú que se muestra junto al mapa y elegimos la opción Cambiar nombre.


Los mapas que descargamos en el móvil se deben actualizar cada menos de 30 días, por lo que cuando falten 15 días, Google Maps intentará actualizarlos de forma automática cuando nos conectemos a una WiFi. Si en ese plazo de tiempo no se actualizan automáticamente, también los podemos actualizar nosotros de forma manual desde la notificación que nos aparecerá para actualizar mapas sin conexión o bien desde la propia aplicación.
En este caso, abrimos Google Maps y vamos a menú > Mapas sin conexión para tocar sobre el mapa que nos ha caducado o esté a punto de hacerlo y pulsamos sobre la opción Actualizar. Automáticamente se actualizará ese mapa y podremos repetir el proceso en todos aquellos que hayan caducado y queramos actualizar. Una vez hecho esto, ya podremos seguir utilizándolos en Google Maps sin conexión sin ningún problema.









Cómo evitar que google Fotos se coma el espacio libre de tu móvil









Cómo evitar que google Fotos se coma el espacio libre de tu    móvil 


Google Fotos es una aplicación estupenda, pero hay que reconocer que algunas partes esenciales de su funcionamiento en Android no terminan de tener mucho sentido. Como el uso del almacenamiento. Así, es normal que la app llegue a ocupar más de 1 GB de almacenamiento interno, o incluso 10 GB.
Irónicamente, uno de los puntos fuertes de Google Fotos es que te permite liberar espacio en disco haciendo copias de seguridad de tus fotos en la nube, pudiendo así borrar las fotos de tu móvil y liberar espacio. Sin embargo, la propia aplicación engorda con el tiempo, y deberás tomar la iniciativa periódicamente para pararla.


Primero, libera espacio

Antes de nada, nunca está de más que abras Google Fotos, vayas a sus ajustes y toques en Liberar espacio del dispositivo. Esto eliminará las copias locales de las fotos que ya han sido almacenadas en la nube de Google, potencialmente liberando algunos megas de espacio.
No obstante, antes de apretar el botón ten en cuenta que la copia de seguridad en "calidad alta" reduce el tamaño de las fotos, así que te quedarías sin tu copia original a mayor calidad. Si eso no te importa -o ya tienes una copia de tus fotos, o usas la copia de seguridad a calidad original- entonces pulsa el botón sin miedo.

Luego, borra los datos




Ahora viene lo que realmente parará el engorde continuo de Google Fotos: borrar los datos de la aplicación. Desgraciadamente y para sorpresa de muchos usuarios que ven como la aplicación poco a poco va conquistando el espacio de su móvil, no hay ninguna solución oficial para controlar cuánto almacenamiento usará la app de Google Fotos. Lo único que puedes hacer es borrar los datos.
Para hacerlo, el proceso es el mismo de siempre. Necesitas ir a la información de la aplicación, apartado de almacenamiento y pulsar en Borrar datos. Esto no borrará tus fotos, que están a salvo bien en tu móvil, o bien en la nube de Google, así que lo único que perderás es la configuración de la aplicación. Y unos cuantos cientos de megas ocupados.
La próxima vez que abras Google Fotos será como si la acabaras de instalar. Deberás volver a configurarlo, aunque tras iniciar sesión con tu cuenta el proceso es muy rápido. Lo que molesta más es aceptar todos los tips y asistentes de información.
Por supuesto, la solución es temporal. Según usas Google Fotos, volverá a empezar a acaparar el espacio de almacenamiento de tu móvil. Hasta que Google no incluya un límite o un modo de controlarlo desde la aplicación, tu única alternativa es borrar los datos periódicamente cada vez que notes que se ha pasado de la raya. No es la forma más cómoda, pero funciona.

lunes, 1 de octubre de 2018




¿ES BUENO REINICIAR EL MÓVIL FRECUENTEMENTE?

Ocurre a menudo, y también en el mundo tecnológico que ahora tratamos, que las antiguas costumbres acaban arrastrándose durante años pese a que los sistemas hayan evolucionado con el paso del tiempo. Como cuando necesitábamos des fragmentar los discos duros cada cierto tiempo para que las aplicaciones funcionasen de forma más fluida, o como la costumbre de reiniciar los equipos cada cierto tiempo para conseguir el mismo efecto.
Pero los sistemas, como hemos comentado, evolucionan con el tiempo y mejoran no sólo de cara al usuario sino también con un ojo puesto en el interior. Robustez, una mejor gestión interna y un mayor orden en general, de forma que consiguen aprovechar mejor y durante más tiempo los hardwares sobre los que se montan. Así que la pregunta de si es bueno reiniciar un móvil tal vez deba comenzarse hablando de si es realmente necesario.

¿Es necesario reiniciar un móvil frecuentemente?

Restart
La respuesta en este caso debe ser no, aunque con salvedades y matices que realmente no dependen del propio reinicio sino que solucionan temporalmente otros problemas. Como en el caso de los task killers, usar un reinicio para solventar un problema causado por otro motivo es una solución únicamente temporal, aunque los reinicio no provocan errores de funcionamiento en el teléfono.
La auto gestión de los sistemas operativos es mucho mejor ahora que hace algunos años, ya hablemos de LOS, de Android o de cualquiera de las opciones que podamos encontrar en el mercado. Eso significa que ellos mismos cargan y descargan la memoria RAM con las apps que van necesitando, así como con distintas partes del sistema. Han evolucionado tanto que llegan a anticipar qué vamos a necesitar para tenerlo listo cuando lo usemos.
Así pues, la necesidad como tal de reiniciar un teléfono móvil no existe. Aquí no hablamos de ordenadores portátiles o personales, cuyas aplicaciones permanecen cerradas hasta que no las invocamos, y después podemos enviarlas de nuevo a dormir. En los teléfonos móviles, todas las apps están activas en segundo plano salvo que las restrinjamos, consumiendo más o menos recursos del sistema, por lo que tras un reinicio volverán a abrirse y todo volverá a comenzar.
Esto no hace que el sistema o las apps estén exentos de errores en el código que puedan provocar malos funcionamientos. Pero la necesidad de reiniciar un teléfono móvil porque vaya lento a causa de una app mal diseñada sólo retrasará el problema. Tras el reinicio, la app volverá a abrirse y no tardará en volver a fallar en el mismo punto que antes.

No es necesario pero, ¿es recomendable?

Ios
Un reinicio no causará problemas en el teléfono, más allá de la molestia del tiempo que tardamos en volver a tenerlo operativo. Puede que un reinicio solucione puntualmente un problema de mal entendimiento entre dos apps concretas, pero si el problema está centralizado en una aplicación, la solución no pasa por reiniciar el teléfono sino por des instalarla.
Si crees que reiniciar el teléfono hará que gaste menos batería, olvídalo, es al contrario
Reiniciar el teléfono tampoco solucionará problemas de consumos excesivos de energía, de hecho es al contrario. Si una app está consumiendo más batería de la cuenta, el problema es de su diseño y un reinicio sólo provocará que el teléfono tenga que consumir algo de energía extra volviendo a "encender" todos los sistemas y apps en segundo plano. Tal vez no sea un pico de consumo elevado, pero arrancar el motor tiene más coste energético que mantenerlo encendido.
Aún así, una limpieza de memorias no sienta mal de vez en cuando, aunque no sea posible explicar si se trata de un hecho real o si no va más allá del puro efecto placebo. Lo que no se establece es el tiempo que debe pasar entre reinicio, y aquí tampoco se diferencia entre os, Android y otros sistemas.
Si estamos en Android, y tenemos un teléfono de un fabricante que suministra con frecuencia actualizaciones de seguridad y parches mensuales de Google, la simple instalación de estos parches hará que nuestro teléfono tenga que reiniciarse, y así evitaremos tener que hacerlo manualmente. Lo mismo ocurre con las actualizaciones normales de otros sistemas, ya sean saltos de versión o no.
Si las actualizaciones no te hacen reiniciar cada mes, puedes hacerlo tú de forma manual
En cualquier caso, un reinicio del teléfono móvil cada dos o tres semanas no es perjudicial y tal vez, sólo tal vez, notemos que funciona de forma más fluida durante algún tiempo. Como decíamos, puede ser placebo. Pero si necesitamos reiniciar el teléfono cada poco tiempo debido a problemas de funcionamiento, el error no estará ahí y lo conveniente será localizarlo y subsanarlo. Frecuentemente, des instalar la app que causa problemas pone fin a los mismos.
Así que, ¿es bueno reiniciar el móvil frecuentemente? No hará ningún mal al teléfono pero no es una práctica necesaria. Los teléfonos pueden estar encendidos semanas y meses y no deberían dar ningún error de funcionamiento por ello. Otra cosa es la optimizan del sistema y de las propias apps, y ahí tal vez un reinicio ayude. Aunque siempre será una ayuda temporal.

viernes, 26 de enero de 2018

La docencia, una de las profesiones más demandadas del futuro


La docencia, una de las profesiones más demandadas del futuro

Por  Mar Giner -
La docencia será una de las profesiones del futuro. Este es uno de los datos que se desprenden del estudio ‘The Future of Skills’, sobre las profesiones que triunfarán en 2030 y desarrollado por Pearson. Una revelación que no solo afecta a los futuros estudiantes de Magisterio, sino también a los docentes, que forman a sus alumnos según las habilidades del siglo XXI.

Dentro de 12 años, los futuros estudiantes de Magisterio tendrán que enfrentarse a una alta demanda en sus servicios. Aunque algunas profesiones desaparecerán a otras “solamente tendrán acceso los más preparados”, advierte Amar Kumar, Vicepresidente Senior de Efectividad e Investigación en Educación en Pearson.

En este contexto, y mientras 2030 llega, los docentes actuales son los encargados de preparar a los profesionales del futuro. Para ello deben tener en cuenta que lo que hoy aprenda un estudiante influirá en la que será su profesión futura. Así, los profesores deben formarles a través de las denominadas ‘habilidades del siglo XXI’.

Unas habilidades que según el informe del Foro Económico Mundial son: la creatividad, el manejo de las personas, la inteligencia emocional y la coordinación con los demás. Estos
serán también los puntos clave del futuro según Pearson: por ejemplo, en Estados Unidos se hará especial hincapié en las habilidades interpersonales y cognitivas que incluyen, entre otras, la enseñanza. Por su parte, en Reino Unido se dará más importancia a las capacidades relacionadas con el pensamiento orientado a sistemas, mientras que en España estudios realizados por Randstad o Adecco coinciden en señalar a las STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) como las que requerirán de más demanda en 2020.

Así, ‘The Future of Skills’ revela que una de cada diez personas ocupa en la actualidad una profesión que crecerá en el futuro. Pero, ¿cuáles son estas profesiones? Según este estudio son aquellas relacionadas con los sectores de la educación y la salud, en las que el efecto de la tecnología supondrá una mejora en lugar de una reducción del peso del trabajador. Además, los investigadores pronostican que a medida que el cambio demográfico eleve la demanda de estos servicios, también aumentaran las perspectivas de empleo.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Ni Banax Arabakoa lehiaketa / Concurso Ni Banax Arabakoa

Ni Banax Arabakoa lehiaketa 
Concurso Ni Banax Arabakoa




Egunon,

Gure ikaslea den Amrudin Drljo Dizdarevic, Dino, Ni Banax Arabakoa lehiketan bigarren saria lortu du, euskararen egoerari buruzko hausnarketa bat eginez. Batxilergoa gurekin egin zuen eta orain Zuzendaritzari Laguntza Ematea 1. kurtsoan dago.
Zorionak!!!


Buenos días, 
Nuestro alumno Amrudin Drljo Dizdarevic, Dino, ha conseguido el segundo premio en el concurso Ni Banax Arabakoa, con un video en el que hace una reflexión sobre el euskera. Ha cursado el Bachillerato en el centro y ahora esta en primero de Asistencia a la Dirección.
Zorionak!!!

Aqui más información

miércoles, 10 de diciembre de 2014

¿Cómo acreditas en el currículum que sabes inglés?


¿CÓMO ACREDITAS EN EL CURRÍCULUM QUE SABES INGLÉS?

ELCORREODIGITAL.COM (14/12/09)

Tener el certificado del nivel de un idioma que se posee es esencial hoy en el mundo educativo, ya sea para que un estudiante acceda a una beca Erasmus del Ministerio de Educación o para que un profesor imparta Formación Profesional bilingüe pero ¿cómo y quién concede esas acreditaciones?
B2, Toefl, Ielts... pueden sonar "a chino" pero son algunas de las certificaciones o títulos que acreditan que se tiene un grado determinado en un idioma y de inglés en concreto.
"Ahora es vital acreditar el nivel que tengas con una certificación obtenida en los últimos cinco años", destaca la responsable de Exámenes y Acreditaciones del British Council en España, Bernadette Maguire. "Ya no vale poner en tu currículo que tienes un nivel medio-alto de inglés, es esencial acreditarlo y definir ese nivel con un título reconocido de una entidad prestigiosa", afirma Maguire, que aconseja obtener el que "más se adecúe" a las necesidades de cada uno, por edad y ya sea para una beca, un posgrado, un trabajo o una oposición.
Reconoce que para el inglés, lengua extranjera que más se estudia en España, hay certificaciones que se conocen más en Estados Unidos como el Toefl ('Test of english as a foreign language') y otras más en Europa como Cambridge, First Certificate y el Advanced.
Sostiene que también tiene reconocimiento a nivel mundial el Ielts ('International English Language Testing System'), a cuya prueba se presentaron el año pasado 2,5 millones de personas.
Maguire comenta que si el alumno solo necesita acreditar un B1 o B2 para la habilitación lingüística o irse de Erasmus, la alternativa más asequible y rápida puede ser sacarse esos niveles con Aptis, un certificado de British Council reconocido por autonomías como Madrid, Cantabria y Baleares y por la Conferencia de Rectores y Universidades de España (CRUE).
En nuestro país, la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) señala que las enseñanzas de idiomas -fuera de las etapas ordinarias del sistema educativo- se organizan en los niveles básico, intermedio y avanzado.
Corresponden con los A (usuario básico), B (independiente) y C (competente) del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (Mcerl) que, a su vez, se subdividen en A1, A2, B1, B2, C1 y C2, siendo el primero el de una persona capaz de comunicarse en situaciones muy cotidianas y el último una competencia de hablante nativo o próxima.
Escuelas Oficiales de Idiomas y el Instituto Cervantes
Además, Educación está elaborando el proyecto de real decreto por el que se establecen los efectos de los certificados acreditativos de los niveles en que se organizan las enseñanzas de idiomas de régimen especial reguladas en la Lomce, y supone "uno de los objetivos educativos prioritarios del Gobierno", según una respuesta parlamentaria del Ejecutivo al portavoz de Educación de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán.
Actualmente, "los únicos entes certificadores oficiales de competencias en idiomas en España" son las Escuelas Oficiales de Idiomas y el Instituto Cervantes para el español como lengua extranjera, así como las Administraciones educativas en el ejercicio de sus competencias, recalca el Ejecutivo en dicha respuesta.
El Gobierno también asegura que el departamento dirigido por José Ignacio Wert, en colaboración con las comunidades, está diseñando una normativa en la que se establecerían los criterios y procedimientos para reconocer los certificados acreditativos de competencias en idiomas expedidos por instituciones españolas, europeas e internacionales, a efectos de alumnos y docentes.
"En tanto no se apruebe dicha normativa, no procede iniciar ningún trámite particular de reconocimiento, por parte del Gobierno, de certificados acreditativos de competencias en idiomas en general, ya sean españoles, europeos o internacionales", y no es "procedente" su homologación, dice el Ejecutivo.
La Comisión Europea indica en su informe 'Education and Training Monitor 2014' sobre España (con datos de 2013) que en nuestro país hay un 26,7 % de estudiantes de un nivel B1 o superior de una lengua extranjera frente al 43,5 % de media de la UE.
Bernadette Maguire aconseja a los estudiantes de inglés que sean "realistas" en cuanto a su nivel, ya que es "el primer paso para certificarse con éxito", concluye.